Y digo sanguinario porque con sus propias manos está desgarrando la moral de un Nico Rosberg que, por mucho que diga que no quiso atacarle en el segundo stint para no destrozar las gomas, sabía perfectamente que la única razón por la que no se acercaba era porque no iba a ser capaz de ir más allá de ese colchón fatídico en el que destruyes tus ruedas por el aire sucio del de delante pero no eres capaz de pasarle.
Lewis controló el ritmo como quiso, y el propio Rosberg le reconoció este honor en rueda de prensa cuando dijo que en el tercer stint su compañero volvió a ir más rápido. Hamilton hizo lo que le vino en gana, y lo que un verdadero campeón tiene que hacer, demostrar su superioridad y sus galones. Siempre desde la deportividad, eso sí, pero sin miramientos ante la situación de que un Ferrari pueda atacar a tu compañero porque no quiera acercarse a ti para no comprometer su carrera. "No estoy aquí para cuidar la carrera de Nico", dijo tras el GP, y tiene razón.
En clasificación, el alemán ya se mostró al borde del ataque de nervios cuando se quedó a 4 centésimas del tiempo marcado por el de Stevenage y tiró de las orejas a su equipo por meterle presión para llegar a la meta antes de que se cerrara el semáforo en Q3.
El domingo, bajo el sol y la polución de la ciudad más poblada de China, no era capaz de superar a su máximo rival en la salida y se quedaba a la zaga viendo en el alerón trasero del coche de delante una bonita pegatina en la que dice "Laureus", y del que Hamilton ya disfruta de uno a la espera de ganarle el segundo a Marc Márquez.
Por detrás de Rosberg, Sebastian Vettel, los dos Williams y Kimi Raikkonen, aunque por poco tiempo, pues el finlandés se tiraba en la curva 6 y se colocaba a la zaga de su compañero de equipo para permanecer ahí durante toda la carrera controlando la distancia con Massa y Bottas pero sin hacer peligrar el tercero podio de Seb.
Durante todo el fin de semana los vecinos de garaje han ido bastante de la mano, y el Gran Premio veíamos a dos Mercedes, dos Ferrari, dos Williams, dos Lotus y dos Sauber copando las diez primeras posiciones del orden del Gran Premio, situación que no iba a tardar mucho en revertir con el inicio de las paradas en el giro número 11, siendo Nasr el primero en cambiar de zapatos.
Tres vueltas después, Vettel se dirigía a los pits para poner el neumático blando, mucho mejor en rendimiento que el medio y la opción favorita para casi todos. El tetracampeón salía a pista con la intención de acercarse a su compatriota y tiraba con todo, mientras que Hamilton hacía su incursión en la calle de boxes en la vuelta número 15, una antes que su compañero de equipo. Todos montaban el blando, así que las diferencias que veríamos en pista eran puramente de ritmo.
O no... y es que Hamilton se guardaba uno, dos o hasta tres ases en el bolsillo siendo precavido y rondando más lento para intentar alargar al máximo su stint con blandos y reducir al mínimo la última tanda con medios, neumático peor y con el que Raikkonen mostró bastante buena cara el viernes durante la segunda sesión de entrenamientos libres. Esta maniobra, molestaba a su compañero de equipo, segundo y que veía cómo por detrás empezaba a acercarse Sebastian Vettel hasta el punto de llegar a tener distancia visual con el de Mercedes.
¿Y por qué no apretó Rosberg sabiendo que podía ir más rápido y que Hamilton se estaba guardando? Según él, y es cierto, porque al acercarse demasiado a Hamilton destrozaría sus neumáticos y se vería obligado, con las gomas más gastados y un menor ritmo, a entrar antes para cubrirse de Vettel, temiendo que el alemán realizara lo que se conoce como "undercut", es decir, parar una vuelta antes que tu rival para salir con unos compuestos más frescos y aprovechar durante una vuelta la diferencia de tiempo entre el neumático nuevo y usado para rebasar a tu oponente sin siquiera tener que pasarlo en pista, pues cuando cruces la línea de meta el otro estará en boxes para evitar que la sangría de tiempo se alargue durante más giros.
Las quejas por radio del alemán fueron innumerables y desembocaron en que el inglés acabar por subir el ritmo, en el último stint, claro. Más alejado de la cabeza... bastante, bastante más se encontraban los McLaren, con Button rebasando a Alonso gracias al neumático blando en comparación con el medio que montaba el asturiano aunque, de cara al último stint, las tornas se cambiaron, siendo ahora el dorsal 14 quien llevara la goma más rápida.
Y más adelante de los dos McLaren... bastante más, se encontraba el que ha sido, sin duda, una de las estrella de la carrera. Un hombre con una proyección impresionante. ¡Mentira!, pues ni siquiera tiene la edad de que le llamen hombre. Acompañado por su osito de peluche y con un cromo de la liga como amuleto, Max Verstappen demostró ayer por qué está en la Fórmula 1 y por qué cuando se critica la llegada de un piloto hay que fijarse en los números que decoran su palmares en vez de los de su carné de identidad.
El holandés realizó una carrera espectacular, atrevida, valiente, con una falta de respeto a sus mayores que casi le tilda de arrogante cuando se pone al volante. Ni siquiera le hizo falta el DRS para quitarse a varios de sus rivales de encima, pero cuando lo usó... cuando lo usó tampoco, porque para pasar a Ericsson se tiró desde su casa al tiempo que, esto hay que reconocerlo, el sueco le ponía poco más que la alfombra roja y se quedaba clavado a la salida de la curva 14 con la cabeza girando dentro del casco. Y, sin embargo, Max acabó en la cuneta más desencantado que el personaje de Valle-Inclán con el que comparte nombre, y también apellido, porque muy seguramente un día será el que más reluzca de toda la constelación de la F1.
La cosa no fue mucho mejor para su compañero de equipo. En el fin de semana del cumpleaños de su padre, Sainz no pudo darle al "jefe" el regalo que merece, y vivió una carrera para olvidar, con un trompo en la curva dos fruto de un error de pilotaje, un angustioso stint de 20 vueltas con el neumático medio y un fallo en la caja de cambios que le hizo pararse en la recta de atrás, aunque, a diferencia de su padre en el Rally RAC del 98, Carlos sí pudo arrancarlo.
El español no fue la única víctima de los fallos mecánicos, y mientras Nico Hülkenberg veía cómo su caja de cambios decía basta en la vuelta 10, Kvyat aparcaba en el mismo lugar siete vueltas después con su coche echando humo, al igual que Christian Horner, Helmut Marko y todo aquel relacionado con la familia Red Bull, pues la papeleta de Renault durante el fin de semana ha sido de órdago. Dos motores en tres carreras para los hermanos mayores en cada coche, y la situación no mejora si miramos a Toro Rosso, pues Verstappen lleva dos abandonos por culpa del propulsor de Vichy.
Hablando de fiabilidad, esta ha querido dar la mano a los McLaren en Shanghái, aunque Arai se haya cogido todo el brazo diciendo que ya han dejado atrás el largo período de pruebas invernales para iniciar la temporada propiamente dicha. Los McLaren corrieron menos capados y eso se tradujo en una mejora ostensible que no pudieron materializar el sábado pero que les llevó hasta la decimosegunda posición de la mano de Fernando Alonso. Duele, duele mucho ver cómo hombres con tanto talento se las tienen que ver luchando a bordo de monoplazas anémicos incapaces de equipararse al rendimiento de quien le conduce.
Es el caso de Hülkenberg o Button, por ejemplo, y , por supuesto, es el caso de Fernando Alonso. El español está viviendo una de sus horas más bajas en cuanto a lo deportivo y, con una calidad humana directamente proporcional a la de los resultados del asturiano en 2015, muchos están haciendo leña del árbol seco. ¿Seco?, por supuesto. Este árbol no ha caído, le están regando, y mucho, y muy continuo, y está creciendo, y ya son menos de dos centímetros los que le quedan para alcanzar a una estrella que, eso sí, ahora se antoja a años luz. No olvidemos esto, a veces, uno tiene que agacharse para coger impulso y saltar más alto.
Desde el viernes ya dieron atisbos de mejoría, y ayer se permitieron incluso el lujo de luchar contra el Lotus de Pastor Maldonado, pero por culpa del venezolano. Mientras que su compañero acababa séptimo, él veía las últimas vueltas desde el garaje tras una avería, presumiblemente provocada por un toque espectacular con Jenson Button en la curva 1. Pastor no tuvo esta vez la culpa del incidente, pero sí de estar rondando con los McLaren, y es que su carrera fue un completo desastre, colándose en la entrada a boxes -se le sigue atragantando, y eso que ya no hay grava- y haciendo posteriormente un trompo que le costó un tiempo considerable, no solo por lo que tardó en recuperar el coche de la espectacular maniobra, sino por el bonito plano que dejó en sus neumáticos y que, evidentemente, lastró su ritmo.
El que sí que no llevaba ningún tipo de lastre fue Hamilton, el de Mercedes apretó en el último stint y aumentó su ventaja respecto al "amenazante" Vettel hasta los siete segundos, colchón que finalmente se vio reducido cuando Max Verstappen aparcó su Toro Rosso averiado en la recta de meta provocando la salida del coche de seguridad y la carcajada general de los aficionados que poblaban las gradas al ver cómo, para los comisarios, meter en la calle de boxes el coche del holandés se convertía "en un trabajo de chinos".
Así las cosas, la bandera a cuadros caía -esta vez en la vuelta correcta- bajo la presencia de tres Mercedes liderando, el de Bernd Mayländer, y los de Hamilton y Rosberg por delante de Sebastian Vettel y Kimi Raikkonen. El finlandés realizó una carrera impecable, con un ritmo soberbio y demostró que, a poco que mejore el sábado, estará también metido en la pomada.
En cuanto a los españoles, Alonso pasaba la línea de meta en la decimosegunda posición, mientras que Sainz era decimotercero y Roberto Merhi cerraba el pelotón de coches que consiguieron completar las 56 vueltas de Gran Premio.
Sin tiempo para respirar -ni para escribir- el Gran Circo aterriza en Bahréin para la cuarta ronda de este mundial 2015, carrera que, al igual que la temporada pasada, se volverá a disputar bajo los focos y que, ojalá, se parezca a la que vimos hace 365 días, aunque los ganadores vaya a ser los de casi siempre.
RESULTADOS FINALES
POS | PILOTO | DR. | EQUIPO | CHASIS | MOTOR | TIEMPO | VUE | SAL | PTS |
1 | Lewis Hamilton | 44 | Mercedes | W06 | Mercedes | 01:39'42"008 | 56 | 1 | 25 |
2 | Nico Rosberg | 6 | Mercedes | W06 | Mercedes | + 00"714 | 56 | 4 | 18 |
3 | Sebastian Vettel | 5 | Ferrari | SF15-T | Ferrari | + 02"988 | 56 | 5 | 15 |
4 | Kimi Räikkönen | 7 | Ferrari | SF15-T | Ferrari | + 03"835 | 56 | 2 | 12 |
5 | Felipe Massa | 19 | Williams | FW37 | Mercedes | + 08"544 | 56 | 3 | 10 |
6 | Valtteri Bottas | 77 | Williams | FW37 | Mercedes | + 09"885 | 56 | 8 | 8 |
7 | Romain Grosjean | 8 | Lotus | E23 | Mercedes | + 19"008 | 56 | 7 | 6 |
8 | Felipe Nasr | 12 | Sauber | C34 | Ferrari | + 22"625 | 56 | 11 | 4 |
9 | Daniel Ricciardo | 3 | Red Bull | RB11 | Renault | + 32"117 | 56 | 16 | 2 |
10 | Marcus Ericsson | 9 | Sauber | C34 | Ferrari | + 1 vuelta | 55 | 13 | 1 |
11 | Sergio Pérez | 11 | Force India | VJM08 | Mercedes | + 1 vuelta | 55 | 12 | |
12 | Fernando Alonso | 14 | McLaren | MP4-30 | Honda | + 1 vuelta | 55 | 9 | |
13 | Carlos Sainz Jr | 55 | Toro Rosso | STR10 | Renault | + 1 vuelta | 55 | 22 | |
14 | Jenson Button | 22 | McLaren | MP4-30 | Honda | + 1 vuelta | 55 | 15 | |
15 | Will Stevens | 28 | Manor | MR03 | Ferrari | + 2 vueltas | 54 | 6 | |
16 | Roberto Merhi | 98 | Manor | MR03 | Ferrari | + 2 vueltas | 54 | 17 | |
17 | Max Verstappen | 33 | Toro Rosso | STR10 | Renault | + 4 vueltas | 52 | 19 | |
RET | Pastor Maldonado | 13 | Lotus | E23 | Mercedes | + 7 vueltas | 49 | 18 | |
RET | Daniil Kvyat | 26 | Red Bull | RB11 | Renault | + 41 vueltas | 15 | 21 | |
RET | Nico Hülkenberg | 27 | Force India | VJM08 | Mercedes | + 47 vueltas | 9 | 20 |
*Fuente de la tabla: LaF1.es
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