El templo de la velocidad recibió con sol al Gran Circo. Una estampa perfecta para despedir el verano y la temporada europea. La F1 se muda a Asia y, con la salvedad del Gran Premio de Rusia -y esto tampoco está claro-, no volveremos a ver un F1 rodar en el viejo continente hasta febrero de 2015.
La historia se repitió de nuevo tanto viernes como sábado, con Mercedes dominando y Ferrari prometiendo. Quizá la mayor sorpresa fue la de McLaren, ayudado por el hecho de contar con un motor Mercedes. Hamilton se hizo con la pole el sábado, por delante de Rosberg y Bottas. La marca de la estrella ocupó 7 de las 10 primeras posiciones y tan sólo Alonso -séptimo-, Vettel, -octavo- y Ricciardo -noveno- consiguieron colar sus coches entre la marea germana.
El domingo ha amanecido con sol y calor en la pista. Los tifosi, aunque en menor número que el año pasado, han vestido las gradas de color rojo esperando que los suyos pudieran brindarles un trofeo en casa. Sin embargo, todos los ojos estaban puestos en la primera línea. Massa era el más rápido en reaccionar a las cinco luces y conseguía adelantar a varios monoplazas. Hamilton, por su parte, se quedaba un poco rezagado y perdía posiciones con Massa y un sorprendente Kevin Magnussen, que se ponía a la estela de Nico Rosberg. Por detrás comenzaba el baile de posiciones. Alonso conseguía deshacerse de Sergio Pérez en la doble de Lesmo, mientras Bottas se veía rodeado de coches en la décima plaza.
Al término de la primera vuelta, Rosberg era el líder, seguido por Kevin Magnussen y Felipe Massa. El danés sabía que su posición era irreal, y pese a todos sus esfuerzos, no pudo contener a Massa, quien le robó la segunda plaza en la vuelta 5. Hamilton aprovechó la coyuntura para meterle el coche al danés, escalando así a la tercera posición. El británico tenía a Massa como obstáculo entre él y su ansiada victoria y, tras acercarse a la trasera del Williams, consiguió sobrepasarle en la primera variante, en un movimiento lleno de habilidad, limpieza y clase. A partir de entonces, puso el pie a tabla y comenzó a recortarle tiempo a su compañero. Por detrás, Alonso luchaba por hacer que su Ferrari corriera, y no era rival para un Valtteri Bottas mucho más rápido y enchufado que el español.
Vettel era el primero en cambiar neumáticos. El alemán adelantaba mucho su parada para ganarle la posición a Alonso en pista. La jugada dio sus frutos, y en la vuelta 22, tras hacer su correspondiente paso por los pits, Alonso salía detrás del de Red Bull y de Checo Pérez. Tres vueltas después llegó el turno de los líderes para cambiar neumáticos. Rosberg se adelantó a su compañero y montó el duro en la vuelta 23, al igual que Valtteri Bottas, quien salió en medio del grupo formado por Button, Pérez, Magnussen, Vettel y Alonso.Una vuelta después, Hamilton se encaminó hacia los garajes. La estrategia de Rosberg fue la correcta, y consiguió mantener detrás a su máximo rival, aunque con una diferencia de tan solo 1.3 segundos.
Con esta situación, todo se tenía que decidir en pista... o en sus escapatorias. Rosberg cometió un error en la primera chicane y se la saltó, cediendo la posición ante Hamilton. En ese mismo lugar aparcó Fernando Alonso su monoplaza varias vueltas después. El sistema ERS del Ferrari dijo basta, terminando con la carrera del asturiano y avivando aún más la roja llama en la que Ferrari se encuentra inmerso. Los aficionados italianos vieron cómo su primer espada abandonaba el Gran Prermio y, para consolarlos, Button y Pérez decidieron jugar entre ellos. Ambos se pasaron y repasaron, llegando a trazar emparejados la doble de Lesmo, y aunque fue el mexicano quien finalmente se llevó el gato al agua, la actuación de Jenson dejó a más de uno con la boca abierta y las manos rojas de aplaudir.
La otra guerra civil en pista acabó, en esta ocasión, sin ningún herido. Rosberg era incapaz de acercarse a Hamilton, y el británico cruzó primero la línea de meta, consiguiendo así la sexta victoria de la temporada y recortando la ventaja que Nico le lleva en el mundial- 22 puntos tras este Gran Premio-. Detrás de ellos llegó un Williams, pero no el de Bottas, sino el de Massa. El brasileño consiguió un merecido podio en Monza, el año después de su marcha de Ferrari, un pequeño golpe para su antiguo equipo. A los cavalinos están lentos, y mientras que Kimi llegó en novena posición, Alonso no pudo mantenerse encima de su caballo. Peor lo tienen Sauber, Marussia, Caterham y Lotus. Chilton acabó contra las barreras, y -obviando los abandonos- Gutiérrez desempeñó el papel de farolillo rojo. Suenan campanas fúnebres, y lo preocupante es que su eco llega a más de una fábrica.
Así las cosas, la F1 se despide de Europa. La próxima cita será en Singapur. Veremos si la noche y los focos alteran la relativa calma y normalidad que ha reinado en este Gran Premio.
RESULTADOS FINALES:
*Magnussen y Gutiérrez recibieron una penalización de 5 segundos.
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