En un abrir y cerrar de ojos se ha consumido ya la primera parte del campeonato de este año, y lo visto hasta ahora, no resulta muy alentador para todos aquellos que estuvimos deseando que acabara el invierno para ver a los coches volver a rodar. Durante este mes de mayo, el blog (y pido perdón por ello) ha sido lo más parecido al mundial... no ha pasado nada. Pero con la temporada europea ya sobre nosotros es el momento de echar la vista atrás y recordar qué ha ocurrido durante las primeras 5 carreras.
Allá por enero y febrero, se destaparon las mantas en las factorías de los equipos y, por fin, el mundo vio lo que la nueva F1 iba a ofrecer. Quizá esta era nació mal desde el principio, pues poco tiempo tardaron las redes sociales en llenarse de parodias, burlas y críticas hacia el nuevo aspecto de los coches, principalmente del morro, con esa... llamémoslo así, "nariz". Sin embargo, el grito se puso en el cielo cuando los propulsores se encendieron y, por arte de magia, voilà, no sonaban, ni corrían.
Con todo este descontento el gran circo empaquetó sus enseres y se dirigió a las antípodas, con los aviones de Mercedes y McLaren llegando primeros, Ferrari entrando de tapado en el aeropuerto, y Renault perdiendo hasta las maletas.
En la primera carrera, Rosberg demostró de qué pasta está hecho su Mercedes alzándose con una contundente victoria por delante de un impresionante Kevin Magnussen y del sobresaliente Daniel Ricciardo. Ferrari, hundido, se iba de Australia con la cuarta posición de Alonso y la séptima de Kimi Räikkönen. Vettel y Hamilton abandonaron tras dar un par de vueltas al circuito, pero en el caso del último no era más que un espejismo. Uno de los muchos que nos dejó la carrera, pues sí que es cierto, que desde Australia hasta ahora, bastantes cosas han cambiado.
La "sorpresa" ha sido Red Bull, y los escribo entre comillas porque si por algo son tetracampeones del mundo es por su capacidad de trabajo y de resolver problemas. Tras la desastrosa pretemporada del equipo austriaco, los toros han despertado y, aunque no ha llegado la victoria, los podios son un hecho y son el único equipo capaz de aguantarle el ritmo a los todopoderosos Mercedes de Hamilton y Rosberg. Lo que sí ha llamado la atención es la rivalidad que hay entre Vettel y Ricciardo. Quien el año pasado dijera que le eligieron como sustituto de Webber para dejar a Vettel tranquilo ha perdido todo crédito, pues, de momento, es al piloto alemán a quien la temporada le está dando la espalda.
Mercedes se ha erigido como buque insignia del mundial, no sólo por su trabajo aerodinámico, sino también por su excelente propulsor, de lo que se están aprovechan sus equipos cliente. Por ello, llama la atención la caída en picado y sin frenos que está sufriendo McLaren. Magnussen consiguió la segunda posición en Melbourne, pero tras ello un noveno puesto ha sido su mejor resultado final. Mucho peor está su compañero. Suenan campanas fúnebres en el box de Jenson Button, que tras quedar tercero en Australia, no pudo más que escalar hasta la sexta plaza en Malasia. El británico tiene las horas contadas dentro de Woking, y ya hay varios nombres en la lista de candidatos para sentarse en su McLaren el año que viene. Uno de ellos es Fernando Alonso.
Tras la decepción del año pasado, y ya van varias, el piloto español afrontaba 2014 como el año para resarcirse y conseguir su tercera corona. Pero nada más lejos de la realidad. Los cambios nunca le sientan bien a Ferrari, y este año no iba a ser una excepción. La aerodinámica deja mucho que desear, el manejo del coche no es el mejor y el motor, simplemente, es pésimo. Dos cuartos puestos, un noveno, un podio y una sexta posición son el bagaje del asturiano hasta la fecha. Y aún con estos pobres números, está vapuleando a su compañero de equipo. Raikkönën está tan perdido que hay quien dice que aún se encuentra viajando desde Enstone a Maranello. Una séptima plaza es su mejor resultado, y ahora mismo se encuentra a 32 puntos de Fernando.
A pesar de todo, Ferrari está aguantando las acometidas de Force India y Williams en el mundial de consrtuctores. La escudería de Vijay Mallya se encuentra en un momento agridulce, pues tras disfrutar del podio de Sergio Pérez en Bahréin, volvieron a la cruda realidad en China , donde no consiguieron meter a ninguno de sus dos coches en el top 5; y en España, cuando Perez y Hulkenberg cerraron el top 10. Algo peor les va a los chicos de Williams. Pese a tener Martini, sigue sin haber party en la escudería británica, y el hecho de llevar motor Mercedes es lo único que los está salvando de caer en el agujero negro de la clasificación. Las luchas internas tampoco ayudan y Massa, nervioso, ve cómo carrera tras carrera Bottas es faster than him. Esto se refleja en la posición de ambos dentro del campeonato, pues tras cinco carreras, el brasileño se encuentra a 22 puntos de su compañero.
En mitad de la tabla, McLaren lidera el grupo de los desdichados, en los que se encuentran Toro Rosso (que a pesar de tener a Kvyat echa mucho de menos a Ricciardo), Lotus Renault (simplemente horribles) y Sauber. Una vez más, las última
s posiciones son para Marussia y Caterham, que mantiene su lucha particular por no ser el equipo que cierre la clasificación.
Con todos estos números, la temporada sigue adelante con aún 14 carreras por disputarse. Pero aunque parezcan muchas, la ventaja de Mercedes y en especial de Hamilton es tan abultada que ya empiezan a verse las primeras hojas de laurel en el box del equipo alemán. Veremos si el casino de Montecarlo cambia la suerte y hace que el campeonato empiece a apostarlo todo al rojo.
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