La temporada comenzó con una salida abortada debido a que el Marussia de Jules Bianchi se quedó clavado en parrilla, la segunda arrancada nos dejó a un Kevin Magnussen cruzándose delante de Alonso, y a Kamui Kobayashi llevándose por delante a uno de los aspirantes al pódium. En la curva 1 (tal y como apuntó posteriormente el piloto japonés) el Caterham sufrió un fallo en el sistema brake by wire y arrolló a Felipe Massa. Nico Rosberg pasaba a encabezar el pelotón mientras que Vettel, muy rezagado por su posición de salida, se encontraba con la montonera de la curva 3.A las tres vueltas llegaba la primera sorpresa del Gran Premio cuando a Hamilton le anunciaban desde el muro que tenía que entrar a boxes para salvar el motor. El poleman demostraba que el propulsor Mercedes no es irrompible y acababa su carrera en la vuelta 4. Un giro después, volvían a sonar las alarmas, esta vez en Red Bull. Quizá esto era más esperado, visto lo visto en pretemporada, pero sorprendió que se tratara del coche de Vettel. El alemán abandonaba en la vuelta 5 tras quejarse desde el inicio de que algo no funcionaba bien en su RB10.
Por delante, Rosberg se alejaba de Ricciardo y marcaba un ritmo casi imposible de seguir por el resto de pilotos. A pesar del prematuro abandono de Hamilton, los monoplazas propulsados por Mercedes demostraban ser los más fuertes, y Bottas escalaba posiciones adelantando a un descafeinado Räikkönen y llegando a los dominios de Fernando Alonso. El español luchaba por mantenerse en la quinta posición mientras observaba la mancha blanca y azul del Williams del finés acercándose con velocidad. Sin embargo, Bottas pagó su exceso de fogosidad y un toque contra el muro le dejó fuera de combate y sin neumático trasero izquierdo.
Este incidente provocó la salida del Safety Car y la entrada prematura de los pilotos a hacer su primera parada. Button, aprovechaba la confusión para "colarse" en el pit lane antes que nadie y escalar desde la undécima a la séptima posición. Rosberg entraba en la 12 y salía de nuevo primero. Tras la marcha del coche de seguridad el alemán continuó con su monólogo y marcaba tiempos alrededor de un segundo más rápido que los de Ricciardo, su más inmediato perseguidor.
En el mundo de los mortales, Ericsson abandonaba en la vuelta 19 por un problema con la presión de aceite de su motor. Un poco más adelante, Bottas se quitaba pilotos de encima y le robaba la posición a Räikkönen. El finlandés de Ferrari, ha tenido un fin de semana para olvidar. tras su accidente durante la Q2 el sábado, en carrera no supo dar el do de pecho y se vio superado por su compañero de equipo en todo momento. Alonso ha sido más rápido y constante que Kimi durante todo el fin de semana y así lo demostró durante la carrera, peleando por la quinta posición. El español hizo su última parada en la vuelta 36 y a la salida de boxes se encontró con Hülkenberg, a quien consiguió mantener detrás tras una bonita lucha.
Mención a parte merecen los dos Lotus, útlimos en la clasificación y con una evidente falta de ritmo y fiabilidad. En la vuelta 45, Romain Grosjean dijo adiós a la carrera, y su compañero Maldonado tardó poco en seguir los pasos del francés. Esto significaba la baja de otros dos motores Renault, lo que sembró el pánico en el seno de Red Bull, quienes veían a Ricciardo en segunda posición a pocas vueltas del final. Contra todo pronóstico, aguantaron hasta el final de la carrera y el hombre de casa daba un puñado de puntos a la escudería de Christian Horner. El australiano acabó por detrás de un intratable Rosberg y por delante de un espectacular Kevin Magnussen. El danés demostró el nivel que adquieren los pilotos en las World Series y finalizó en una meritoria tercera posición. Otro rookie a tener en cuenta fue Daniil Kvyat, el ruso de nombre impronunciable llegó octavo con su Toro Rosso en una carrera memorable para él.
Fernando Alonso terminó en una quinta posición que evidencia, un año más, que hay algo que no funciona en Maranello. Kimi Räikkönen no estuvo fino durante todo el fin de semana, pero la culpa de la situación actual de Ferrari viene desde arriba, más concretamente por la mala gestión del equipo, personificada en la figura de Stefano Domenicali. La Scudería tiene que replantearse renovar su staff si quiere oler algún trofeo en los próximos años.
Red Bull se llevó quizá el mayor premio de todos, acabar la carrera con un coche que parecía de mantequilla y, además, en el póduim... o no. La misma tarde del domingo se anunciaba que Daniel Ricciardo había sido descalificado por irregularidades en el caudalímetro de su monoplaza, que superaba los 100l/ hora establecidos por la FIA. Sin embargo, la escudería austríaca anunció su intención de apelar la decisión, por lo que el resultado aún queda abierto.
Con este panorama, el gran circo aterrizará dentro de una semana en Malasia. Nadie está contento, y la falta de ruido de los motores, está siendo objeto de críticas, e incluso de amenazas de demanda. Bernie Ecclestone ya ha dicho que intentará buscar una solución, habrá que esperar a ver qué nos depara el infierno malayo.
RESULTADOS FINALES DEL GRAN PREMIO:
PRÓXIMO GRAN PREMIO: G.P. Malasia 28- 30 Marzo.
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