lunes, 9 de marzo de 2015

2015: ¿Qué esperar cuando se acaba la espera? Repaso de cada equipo.


Menos de cinco días para que arranque la temporada y todos o casi todos están ya en Albert Park para lo que será el primer Gran Premio de un 2015 que se postula como una sucesión de lo vivido en 2014 aunque con nuevas caras y algunas sorpresas por parte de ciertos equipos.

¿Conseguirá McLaren-Honda la tan ansiada fiabilidad de la que se han visto privados en los test invernales?, ¿Quién de los dos pilotos de Ferrari desempeñará el papel de fénix y volverá de sus cenizas?, ¿Podrá Kvyat jugar el papel de su compañero de su nuevo compañero el año pasado o sucumbirá a una apisonadora Ricciardo que tiene más sed de victoria que en 2014?, ¿Se acercará algún coche no patrocinado por Martini al rendimiento de los todopoderosos Mercedes?¿Verstappen o Sainz, quién se ganará los aplausos de Helmut Markko?

Estas son algunas de las preguntas que se nos plantean con las soleadas playas de Melbourne en el horizonte. Los ensayos ya han acabado, las pruebas de Jerez y Montmeló han dejado paso al fuego real y, como aún no sabemos con exactitud hacia dónde apunta la mirilla de cada escopeta, aquí va un pequeño análisis de, para mí, lo que puede deparar la temporada a cada escudería.


MERCEDES

Cuentan los que estuvieron presentes en los test invernales que, una y otra vez, se escuchaba desde la megafonía del box de Mercedes el "sigo siendo el rey" que en su día escribió José Alfredo Jiménez. Cuando en diciembre se anunció que gracias a una laguna en la normativa los fabricantes tendrían el derecho de desarrollar sus propulsores durante 2015 los fuegos artificiales empezaron a correr por las factorías como si de las Fallas se tratara. Y es comprensible esa alegría, pues al final es la única forma de acercarse a Mercedes. Pero poco después hemos caído en la cuenta de un dato que ha rebajado bastante el nivel de optimismo con el que cerramos 2014, y es que,¡je!, Mercedes también puede mejorar.

¿Mejorar?, pero si en 2014 tenían una unidad de potencia casi perfecta. Pues eso, si en 2014 era "casi", en 2015 rozará la perfección absoluta. Salvo el duelo interno que le costó la victoria a las balas de plata en Spa, las únicas veces que hemos visto a Ricciardo morder a los alemanes ha sido cuando estos han sufrido problemas mecánicos: Canadá y Hungría -rotura de Hamilton en la clasificación-.

Mientras que el resto de motoristas se han dedicado a buscar como posesos los caballos extra que les faltan para llegar al nivel de Mercedes, en Brackely se han podido centrar en resolver el único punto débil que su propulsor tenía el año pasado, e incluso -según varios rumores- se han permitido el lujo de encontrar más potencia.

En Jerez ya rodaron más que nadie y, aunque escondidos en la tabla de tiempos, todos miraban con cara de susto hacia el box gris. Susto que se confirmó en Montmeló. De nuevo, más vueltas que nadie y cerrando los ocho días de pruebas en el trazado catalán con un mejor tiempo de 1:22, 792 marcado por Nico Rosberg con el neumático blando, superando así al 1:23, 063 que se adjudicó Bottas... con el superblando.

Mercedes da miedo, y  lo cierto es que pocos dudan ahora mismo de la supremacía de los germanos, a quienes se les supone una ventaja de alrededor de 8 décimas por vuelta respecto a sus competidores más ¿directos?. Mercedes volverá a hacerse con el título de constructores y, salvo debacle y guerra interna imposible de controlar, Hamilton cumplirá su sueño de emular a Senna con tres campeonatos o Rosberg se unirá a la selecta lista en la que se encuentra su padre y disfrutará de su primer trofeo como Campeón del Mundo.

Por conducción Lewis demostró que está un paso por delante de Rosberg, pero el alemán llega este año "picado" habiendo probado las mieles de la victoria hasta el último suspiro. Ya tiene experiencia en manejar la presión de ser señalado como número uno, ya sabe lo que es jugarse un título en la última carrera y ya ha demostrado que puede batir a Hamilton en pista y con sus propias armas. Es posible que veamos siempre los dos mismos coches en lo más alto de cada Gran Premio, pero quién será el que porte la gorra con el número uno es una pregunta que, por suerte, creo que nos va a llevar mucho tiempo resolver.

RED BULL

La pretemporada de Red Bull en 2015 ha sido todo un éxito. Claro, si lo comparamos con la que hicieron en 2014 hasta la de McLaren se puede considerar un éxito, pero nada más lejos de la realidad. Red Bull no ha rodado tanto como hubiera querido, y el propio Ricciardo ya ha dicho que llegan a su tierra natal con menos avance del esperado, y que les tocará subir peldaños a medida que pasen los Grandes Premios.

La fiabilidad comprometió el rendimiento de los vigentes campeones durante la temporada 2014, factor que se cebó especialmente con Sebastian Vettel, tránsfuga que ha cruzado los Alpes para pasar de Austria a Italia. Pero más abajo hablaremos largo y tendido del tetracampeón, de momento, centrémonos en los toros rojos, que poco o nada han empitonado durante los doce días de test invernales. Ricciardo y Kvyat completaron 84 y 82 vueltas respectivamente en los cuatro días que el Gran Circo se paseó por Jerez, y  aunque esta estadística tiene truco -Kvyat rompió su alerón delantero el segundo día de pruebas, lo cierto es que las sensaciones no acaban ser del todo buenas.

Frustrado por que le corten las alas que desde Red Bull quieren darle, Adrian Newey se ha apartado un poco del diseño del RB11 y, a priori, eso debería repercutir algo en el rendimiento, pues la magia que sale de su cabeza siempre suma décimas extra a todas sus creaciones. No obstante, las sensaciones con el nuevo chasis del coche son buenas, y los pilotos ya han dicho que se han solucionado algunos de los problemas, aunque vuelven a apelar a una falta de ritmo. Por su parte, el factor motor tampoco parece que vaya a ayudar demasiado a la causa. Abiteboul ya dijo en su día que es posible que Renault se reserve tokens durante este año para poder utilizarlos en 2016, es decir, ver qué ocurre en pista, comprobar que las soluciones adoptadas funcionan y dejar un mayor margen de maniobra para la temporada que viene, un poco darse por vencidos antes de empezar.

El matrimonio austrofrancés no está pasando por su mejor momento. Taffin y Abiteboul  han reiterado su felicidad después de haber conseguido los objetivos propuestos para la pretemporada, pero también dejan entrever cautela y derrotismo en sus palabras. El rendimiento no es el esperado, Renault lo sabe y Red Bull también, y esto parece ser uno de los factores que acabe por confirmar un cisma que se empezó a fraguar desde 2014, a pesar de que con los propulsores galos consiguieron cuatro títulos que, por cierto, se achacaron a la buena mano de Newey pasando por alto que Renault ponía las pegatinas en el monoplaza de las bebidas energéticas.

De Barcelona se han marchado con el 1:24, 547 que Ricciardo marcó con el neumático medio. Los tiempos no son del todo relevantes, y digo "del todo" porque siempre se puede extraer alguna conclusión de lo visto en pista. No sabemos con exactitud el programa de Red Bull, no sabemos con qué cargas y qué propósitos estaban rodando, pero las declaraciones de los protagonistas no dejan mucho espacio al optimismo.

Protagonistas, por cierto, cuyas actuaciones estoy ansioso de ver. Realmente Ricciardo dejó de ser una revelación el año pasado para convertirse en una realidad y, a pesar de quedar por debajo de Vergne en la clasificación final, no me disgustaron lasa actuaciones de un Kvyat al que tengo muchas ganas de ver al volante del RB11. Creo que tiene potencial, y que si no le falla la presión de sentarse al lado de la sonrisa voladora, Daniil puede dejarnos este año destellos de brillantez.

Si por algo Red Bull es lo que conocemos, es gracias a su capacidad de revertir la situación, y ni por asomo veo que vayan a tener una temporada desastrosa, al contrario, creo que van a  ir dando pasos adelante a poco que se pongan a rodar. Pero para los primeros Grandes Premios tengo la sensación de que no van a ver las posiciones de cabeza, sino, más bien, el alerón trasero de Mercedes, Williams, mientras se enfrascan en una lucha con Ferrari y, quizá, Lotus.

WILLIAMS

El año pasado acabaron, posiblemente, con el segundo mejor coche de la parrilla y, si algo te funciona, ¿para qué vas a cambiarlo?. Al igual que Mercedes, los de Grove han sido los que menos han tenido que mejorar respecto a 2014, y esa relativa tranquilidad a la hora de desarrollar un monoplaza durante el invierno te da la oportunidad de mirar las cosas de una forma más tranquila y, simplemente, pulir los detalles del ya exitoso diseño de 2014.

La pretemporada empezó de forma "discreta" en Jerez, sin hacer mucho ruido en los tiempos. En Barcelona, sin embargo, enseñaron más las garras, sobre todo en la última tanda de test celebrada en Montmeló, ocupando la posición más elevada de la tabla el primer y último día gracias a Massa y Bottas respectivamente.

Y aunque es cierto que en los test siempre hay que tomar los tiempos con cierta cautela debido al desconocimiento de la situación en la que rueda cada uno, los números están ahí, y los 23 bajos que marcaron con el superblando son una declaración de intenciones de sobra conocida por el resto de los equipos: ser la alternativa a Mercedes, con su mismo motor, eso sí. Y, al menos durante el principio de la temporada, así será.

Soplan vientos de optimismo en Grove, algo que se refleja en la multitud de sponsors que le han robado a Lotus, entre otros. No obstante, y siempre dicho desde la opinión personal que reflejan estas palabras, que nadie espere ver a un monoplaza blanco poner en aprietos constantes a los Mercedes, por rendimiento y porque, si se alinearan los planetas y se diera el hipotético caso de una lucha directa entre ambos, el contrato de suministro de motores y las acciones que aún tiene Toto Wolff se encargarían de levantar el pedal derecho de Bottas y Massa. Por otro lado, Williams tampoco está sobrado de dinero, y eso puede ser un factor a tener en cuenta, aunque lo mismo se dijo en 2014 y al final acabaron terceros en el campeonato de constructores

Ambos pilotos ya dejaron actuaciones más que respetables el año pasado, con Bottas consiguiendo seis podios y con Massa volviendo a un estado de forma que hacía tiempo que no vivía. Este año, creo, debería ser el de la consagración del finlandés, la temporada en la que pisar finalmente el escalón número 1. El coche le va ayudar, pero la brecha con Mercedes obliga a tener también unas manos firmes.


FERRARI


Para intentar sacar alguna conclusión de lo que Ferrari muestra necesitas a los mayores expertos en futorología y al mismísimo Sandro Rey para descifrarte la situación y leerte la bola de cristal. Los italianos parecen vivir en un eterno "Pedro y el lobo", y nadie o casi nadie se fía de lo que muestran en pista y de sus ya famosas "mejoras" que al final incluso ralentizaban al monoplaza.

Sin embargo, creo que con esta pretemporada hay que hacer una excepción. No, tampoco tenemos que creernos los tiempos de Jerez y pensar que van a estar a la caza de Mercedes, pero sí que se ha dado un paso adelante, importante diría yo. Para que todo siga igual, nada tiene que cambiar, y eso es justo lo contrario de lo que se ha vivido en Maranello durante el invierno. Las revoluciones suelen tener dos resultados: o muy bueno, o muy malo, pero hay que ser más gafe que un gato negro para cambiar de la cabeza a los pies los cimientos y que la situación no revierta.

El SF15-T parece una evolución del coche del año pasado pero con la mano de James Allison de por medio. Los que saben de esto dicen que se ha mejorado el motor, y que ahora el tren delantero ha dejado de ser un miembro insensible en el cuerpo de Kimi Raikkonen. Por mi parte, quiero añadir que aún espero muchas más cosas de Vettel, y que creo que el año pasado se juntaron su "bajón" tras ganarlo todo con un coche que no se adaptaba a su estilo y un compañero de equipo que lo superó por manos y porque en Red Bull empezaron a mimarlo más.

Por razones obvias, los motores Mercedes han sido los que más han rodado, pero Ferrari puede estar orgulloso de las 2.416 vueltas que ha completado durante doce días a bordo del coche de fábrica y de un Sauber que ha mostrado una cara mucho mejor que la del año pasado, algo que invita a la esperanza dentro de la casa italiana.

En mi opinión, Ferrari puede optar a podios durante este año, especialmente en la segunda mitad de temporada si hacen bien los deberes de desarrollo, pues el objetivo no es otro que el de sentar las bases de un cambio que debería llegar el año que viene o en 2017. Mientras tato, podrán divertirse jugando en pista con los Red Bull y Lotus.

MCLAREN


En Jerez rodaron nada y menos, pero nos pintaron la situación como normal y, creo, realmente lo era. Al llegar a Barcelona cambiaron mucho las cosas y las caras. Las excusas de la juventud del coche empezaban a quedar diluidas al mismo ritmo que sus actuaciones en pista. Un fallo de diseño en el retén del ERS comprometía aún más si cabe el rodaje de los de Woking, y en el último día llegaba el por todos conocido accidente de Fernando Alonso del que han corrido ríos de tinta.

La última ronda de test en Montmeló nos dejaba el mejor día de todo el invierno para McLaren, 101 vueltas para Jenson Button que atisbaban una cierta mejoría que de nuevo volvía a convertirse en un espejismo cuando el británico cerraba los test de premporada con tan sólo 30 vueltas en el último día.

La base es buena, muy buena según dicen los que vieron al McLaren moverse por la pista. El sonido bronco y tosco con el que se iniciaron poco a poco dejó paso a una melodía más afinada, aunque aún queda ajustar y mucho la mirilla. Desde Woking insisten en que van atravesando un problema tras otro en ese corazón al que, de momento, parece que le queda muy ajustado el corsé que Prodromou ha diseñado para volver a atraer a la diosa de la fortuna.

Por suerte -así lo dicen y así hay que creerlo- no se están produciendo los molestos "gremlins", es decir, no se está reproduciendo ningún fallo, y esto me parece un matiz importante, pues si nada se repite, en algún momento tendrán que dejar de sufrir averías, aunque ese día puede llegar más tarde que pronto.

El objetivo a estas alturas creo que está claro, rodar y rodar en carrera, evolucionar, ver que todo funciona, ir acercándose poco a poco a los de arriba, aspirar a cosas importantes a finales de año y asentar bien los cimientos de la extraordinaria obra de ingeniería que pretende competir a medio plazo con los rascacielos erigidos por Mercedes.

Tiene el potencial, tienen el dinero, y tienen a los hombres necesarios. Personalmente, me parece acertada la decisión de haber apostado por Jenson Button, un hombre con experiencia y conocimientos para solucionar problemas y desarrollar un proyecto tan ambicioso como el de McLaren-Honda. De Alonso no hace falta decir nada. Todos sabemos de sobra de la experiencia del asturiano, algo que va a aportar un plus al desarrollo del monoplaza. Fernando es el hombre apropiado para guiar a la victoria a la conjugación británico-japonesa, pues tiene una mezcla extraña en la Fórmula 1, experiencia y veteranía  a la vez de agresividad y una velocidad implacable, sobre todo en carrera.

2015 no va a ser el año del tricampeonato, pero si en octubre ya están molestando a los Mercedes, podríamos ver la primera oportunidad real de conseguir este sueño la temporada que viene. Paciencia es la palabra que hay que aplicar a este proyecto, ahora sólo falta que japoneses y británicos sepan pronunciarla en el mismo idioma: el de las carreras.

FORCE INDIA



De Force India poco se puede escribir, principalmente porque apenas han estado en pista con el coche nuevo. Los problemas financieros y la inestabilidad en la directiva del equipo han lastrado una pretemporada en la que el VJM08 sólo ha estado tres días fuera del garaje. En Jerez no se presentaron, y en Barcelona 1 rodaron con el monoplaza de la pasada campaña, dejando vía libre a Pascal Wehrlein en una maniobra que, seguramente, haya adelgazado la factura que les llegará a final de mes proveniente de Brackley.

Tanto Pérez como Hülkenberg han avisado: el objetivo de principio de temporada es colarse en la Q2, algo poco ambicioso para una escudería que monta un motor Mercedes y que ya es asidua de la sexta posición en el Campeonato de Constructores.

No obstante, los mimbres están y el coche, aunque ensamblado con premura, hizo un rodaje más que notable en los tres días que pisó el asfalto de Montmeló, completando 364 vueltas en los tres días que participaron. Tengo curiosidad por ver qué hace este año Hülkenberg, el año pasado realizó un buen inicio de temporada puntuando en 10 carreras consecutivas aunque eclipsado en parte por el podio que Pérez consiguió en Baréin. El año se presenta difícil, esperemos que Force India pueda recuperar la compostura y aprovechar el corazón que tiene en su monoplaza.

TORO ROSSO


Los ojos que vieron a los hermanos menores de Red Bull en pista dicen que más bien parecían la cofradía del baile de San Vito, es decir, moviéndose de un lado a otro todo el rato. Y eso no es bueno, aunque aquí habría que descifrar si esta epilepsia del STR10 se debe al coche o al aprendizaje de sus pilotos. El monoplaza está propulsado por Renault y esto tampoco ayuda demasiado a la causa, pero como no todos los datos son negativos, hay que decir en su favor que han sido de los que más vueltas han girado: 1.204 entre los doce días de entrenamientos, aunque en Jerez se limitaron a tandas cortas por un problema con una pieza de la unidad de potencia.

No obstante, los tiempos no están, y pocos esperan ver a Verstappen y Sainz copando el top 10 de los primeros Grandes Premios del Campeonato. Eso sí, Toro Rosso puede congratularse de tener una de, para mí, duplas más prometedoras de toda la parrilla.

En una época en la que las carteras suelen ser lo primero en lo que se fijan los dirigentes de los equipos a la hora de tomar la decisión de quién subir a su coche, podemos dar las gracias de que los "toros pequeños" aún no hayan sucumbido a esta moda. Son un resquicio de pilotos que, previa venta de su alma a Helmut Marko, llegan al Gran Circo gracias a su talento, como han demostrado Ricciardo, Vettel, Kvyat y el defenestrado Vergne, aunque también necesiten alguna marca que los respalde.

Este año creo que se ha vuelto a cumplir la premisa y, además, estoy ansioso de ver cómo se desenvuelve el número 33 en fuego real. Verstappen se ha comido críticas de todos los sabores y colores, pero en mi opinión es uno de los mayores talentos que se van a ver en pista en años. Creo que Toro Rosso ha acertado de pleno incorporándole a sus filas. La edad no importa, sino el talento, y si realmente lo tiene para estar a sus 17 años en F1, ¿para qué lo va a desperdiciar en categorías inferiores?.

A su lado se va a sentar nuestro segundo espada, y un hombre, bueno, chaval, que también ha conseguido el volante por méritos más que propios. Ganar las World Series no es moco de pavo y, realmente, estoy muy de acuerdo y contento con la elección que ha hecho Toro Rosso este año. Tengo muchísimas ganas de ver el duelo entre compañeros, aunque si me tuviera que decantar por alguno, el elegido sería Verstappen. Eso sí, ambos pueden dejarnos actuaciones brillantísimas al volante, aunque a priori el monoplaza no parezca excesivamente competitivo.

LOTUS 


Muchos han alabado el "resurgimiento" de Ferrari en los test, otros el saco de vueltas que Mercedes han acumulado, pero en mi opinión, si alguien se merece los aplausos después de los test invernales, estos son Lotus. Llegaron a trompicones a Jerez -se decía que el coche había terminado de ensamblarse días antes- Rexona sí les abandona, junto con Burn, pero van a poner en su capó motor la pegatina más codiciada del paddock ahora mismo: Mercedes.

Perdón si soy repetitivo con mis alabanzas al buen trabajo de los germanos, pero es que el hecho de que se monte en un coche construido a última hora una unidad de potencia de un fabricante diferente al del año pasado y que en su primera ronda de test sea capaz de rozar las 100 vueltas en su día y otorgue a un coche cuyo predecesor era, en palabras del propio Grosjean "como botar una pelota de rugby", el mejor tiempo en tres ocasiones es como para estar más que contentos.

Y más allá de la poca importancia que tengan los tiempos, los propios pilotos han alabado al E23, algo que demuestra que tras la pesadilla vivida el año pasado, en Enstone se han vuelto a poner las pilas. Maldonado no es el hombre más fiable de la parrilla, pero siempre lo he dicho, el día que ese cerebro se conecte con las manos puede dejar momentos más que brillantes, el problema es que solucionar esa falta de entendimiento no es tarea fácil. Por su parte, tienen a Grosjean, otro hombre rapidísimo que está dejando atrás aquel sambenito de "crash-kid" y con una experiencia en la F1 y unas manos que realmente pueden ayudar a Lotus a volver a las posiciones que abandonó en 2014.

Realmente creo que Lotus tiene el potencial para estar en algún podio del año, no de luchar tú a tú con los Williams, de momento, pero sí de acercarse y estar al acecho en caso de que estos fallen, o bien de seguir el rebufo de Ferrari y Red Bull, aunque pienso que, al menos en las primeras carreras, rodarán por detrás de estos.

MANOR MARUSSIA


Qué decir de Manor Marussia... no se les esperaba, pero al final han llegado. Realmente deseo que alcancen la estabilidad financiera por la que la parte media del pelotón reza a diario, pero lo veo complicado. Tienen a Will Stevens como primer piloto, y todo hace apuntar a que Giedo Van der Garde será el segundo espada de equipo de Graeme Lowdon, John Booth, Stephen Fitzpatrick, Justin King y los hijos que parió la abuela.

Ferrari seguirá suministrando motores al nuevo... viejo pero modificado... antiguo MR04/MNR1, pero todo apunta a que serán los de 2014, y en vista de los avances que todos han hecho, me temo que pasar el 107% va a ser en ocasiones una quimera.

Ojalá que me confunda y no lo pasen tan mal como a priori parece. La novena posición de Jules Bianchi en Mónaco merecía ser honrada y, finalmente, así ha sido. Ahora sólo hay que esperar que en esta segunda oportunidad Manor pueda funcionar mejor... y que la vida le de una a Bianchi. Forza Jules.

SAUBER


A lo largo de esta entrada he estado nombrando a los equipos por el orden que ocupan en el Campeonato de Constructores de 2014, por eso se explica que Sauber esté aquí. No, no creo que vayan a ser los últimos, pero tampoco los primeros. De entrada, y al menos en los primeros GGPP, pienso que Manor y Force India se encargarán de cerrar el pelotón, y que Sauber podrá estar al nivel de Toro Rosso, aunque sus pilotos no sean los más competitivos de la parrilla.

Sauber ahora necesita dinero, y por eso Ericsson y Felipe Nasr se sentarán en el monoplaza de este año. Lo del sueco me parece que es para echarse las manos a la cabeza. Si tuviéramos que señalar ahora mismo al peor piloto de la parrilla yo, sin duda, apuntaría a su figura. El otro asiento lo copará Nasr y el brasileño tampoco es el favorito de la afición.

Pero yo aquí quiero romper una lanza a favor del abanderado de "Banco do Brasil". De momento, llega con la segunda posición en la GP2 bajo el brazo, y eso ya es más que la sexta plaza en ese campeonato que Ericsson atesoraba cuando fichó por Caterham el año pasado.

El Sauber, por su parte, ha dado un paso adelante, de eso no hay duda, auspiciado principalmente por la mejoría que Ferrari ha vivido en su motor. El kilometraje acumulado es uno de los principales aliados y, sobre todo, lo bien que han tratado las gomas en Montmeló, encabezando la tabla de vueltas acumuladas con un mismo juego de neumáticos en la segunda ronda de test en Barcelona: 26 con el medio -ERI-, 27 con el duro -NAS-, y 5 con el superblando -ERI-, aunque, de nuevo, hay que poner en contexto estas cifras.

En mi opinión, veo a Sauber como la séptima fuerza de la parrilla, igualado con Toro Rosso y con opciones de rascar algún punto en alguna ocasión. El objetivo, creo es ese, intentar acumular enteros para el equipo que a final de año se conviertan en dinero para ingresar en unas arcas que, de momento, van a recibir alrededor de 20 millones de euros por cabeza de cada piloto, según apuntan varias fuentes.

CONCLUSIÓN:

Aquí acaba esta entrada que no es más que un análisis personal de cómo creo que se puede presentar cada año para cada equipo. Por supuesto, las cosas en la pista serán muy diferentes, pero a grandes rasgos, pienso que esto puede ser lo que nos encontremos, al menos, en los principios de año, antes de que las escuderías empiecen a desarrollar sus coches, los motoristas gasten los tokens que crean convenientes y los pilotos conduzcan como cada uno mejor sabe. Si tuviera que poner en orden las escuderías según la fuerza con la que llegan a Australia, sería el siguiente:

Mercedes, Williams, Ferrari, Red Bull, Lotus, Toro Rosso, Sauber, Force India, McLaren, Manor.

El panorama parece desolador con Mercedes por delante, pero nada más lejos de la realidad. Que los dos árboles que han plantado los germanos no nos tapen en frondoso bosque que tenemos detrás. 2015 será el segundo año de los V6 Turbos, para mí, una obra maestra de la ingeniería, y vamos a tener parejas de pilotos lo suficientemente jugosas como para no despegarnos de la pantalla. Abróchense los cinturones, que esto empieza ya. Nos leemos tras Melbourne y, como siempre, cuando quieran en LaF1.es.

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